En una feria comercial —cuya función es confrontar la oferta con la demanda—, cualquier aportación no comecializada sólo puede funcionar como un tanteo encaminado a promover nuevas demandas. Una aportación de este tipo debe, por tanto, ser considerada como un experimento concebido adrede para provocar un determinado deseo (expresión de una supuesta necesidad) y medir su valor social (extensión de la posible demanda). A partir de este enfoque, nuestra propuesta —subvencionada por el Comité Organizador de Hogarotel 10— fue pensada como un instrumento capaz por sí solo de provocar la liberación de los deseos lúdicros, que considerábamos como de los más reprimidos por…