David Closes: Parque Pintor Vilacloses, Manresa
El parque, de dimensiones muy modestas, se encuentra situado en el barrio de la Plaza Cataluña, un barrio manresano muy denso, desprovisto de zonas verdes. Con la configuración topográfica planteada y, especialmente, con la ubicación de los elementos más característicos del parque (los umbráculos y las pérgolas) se pretende fragmentar visualmente el parque y singularizarlo. Esta fragmentación pretende convertir el sitio en un lugar complejo y rico espacialmente, generando la percepción que el parque es más extenso de lo que físicamente es, manteniendo la unidad formal del conjunto.
La configuración topográfica, mediante plataformas que definen un recorrido principal en zigzag, y la ubicación de los umbráculos definen una sucesión de lugares y espacios, unos, los situados bajo los umbráculos. Los otros, los delimitados por los desniveles topográficos y por los volúmenes de umbráculos y pérgolas.
Los umbráculos y las pérgolas consisten en unas estructuras tubulares de acero galvanizado recubiertas por mallas metálicas, el objetivo de las cuales es conducir y dar forma a la vegetación.
Los umbráculos son constituidos por una doble envolvente de mallas metálicas. La primera envolvente pretende delimitar geométricamente las copas de los árboles que se han plantado en su interior. De este modo se pretende que la masa de árboles que contiene adopte una imagen de paralelepípedo como si de un topiario se tratase. La segunda envolvente, paralela a la primera por el exterior, ha de ser colonizada parcialmente por plantas enredaderas que han de conferir un aspecto de muro vegetal en parte de su volumen.
En el caso de las pérgolas, que formalizan tanto el acceso principal como los espacios de conexión entre las diferentes plataformas, se pretende que se extiendan plantas enredaderas almenos en parte de sus paramentos.
Las mallas de las estructuras de los umbráculos y las pérgolas, y la vegetación asociada, pretenden actuar de filtros espaciales, con colores y grados de transparencia diversos en los diferentes puntos y épocas del año. Esto ha de permitir obtener profundidades cambiantes en los espacios del parque a lo largo de diferentes estaciones.
De noche, los umbráculos y las pérgolas devienen grandes pantallas que iluminan el parque.
Colaboradores: Núria Bayó i Molina (arquitecta), Carles Jaén Gonzàlez (arquitecto, BOMA), Oriol Puig i Martí (ingeniero técnico de obra pública), Maria Vilaseca Borràs (delineante), Manel Ribera i Crusafont (ingeniero técnico industrial), Xavier Candela i Campos (ingeniero agrónomo).
Área: 3.800 m2
Presupuesto: 1.389.139’37 euros
Fotografía: José Hevia
Lamentablemente el parque no ha cumplido las espectativas previstas: no existen zonas de juego para los niños, existen desniveles peligoros para los niños y los ancianos, el mantenimiento es carísimo, la vegetación en dos años no ha crecido, solamente se ven hierros (por eso los ciudadanos de Manresa lo llaman el parque de las jaulas), hay demasiadas zonas que quedan ocultas aumentando la concentración de jóvenes incívicos. El proyecto que se presentó a los vecinos del barrio no tiene nada que ver con la realidad, y el 99% de los ciudadanos estan en contra del parque. Los vecinos van a otros parques de la ciudad. TODO ES CEMENTO Y HIERRO.
Un parque fantástico.
Tuve la magnífica oportunidad de visitarlo en su estado original y es quizá el lugar más agradable y bonito de todo Manresa. Las estructuras de hierro, los desniveles, el agua y las distintas texturas forman un lugar agradable, cálido y ameno para pasear, leer o jugar con los niños. Por cierto para los niños hay unos instrumentos musicales incorporados en los pavimentos increíbles.
Cave destacar también la curada ejecución de todos los elementos, se nota que el hierro, el hormigón y los pavimentos han estado concebidos y ejecutados con gran maestría, detalle y esmero.
Lo cierto es que me sorprendió encontrar en Manresa un parque de tan alta calidad..
Increíble !!!