Lagravera es una bodega concebida bajo criterios de diseño low cost, entendido como una optimización en la gestión de los medios y los recursos, energéticos y materiales. La sostenibilidad económica es subsidiaria a la sostenibilidad ambiental.
El proyecto pretende hacer de cada peaje parte integrante de un lugar, una exaltación de la técnica de vanguardia y, asimismo, del respeto al medio ambiente y al paisaje.
La actividad del vertedero preexistente no había sido respetuosa con su entorno más inmediato, había provocado alteraciones del entorno natural y modificaciones de la topografía existente. Por esta razón se decidió implantar las instalaciones en las zonas donde la actividad del vertedero ya había deteriorado el entorno natural.
La arquitectura híbrida reconoce como híbrida toda la arquitectura que es simultáneamente objeto, paisaje e infraestructura.
Se trata de un volumen recubierto de una piel, ventilada y microperforada, que permite garantizar un buen conforte climático así como asegura la privacidad des de el exterior. Todas las aberturas quedan protegidas, y aparecen a la calle como sombras chinas, creando un gradiente lumínico muy confortable des de el interior. Esta doble piel se va configurando distintamente y se adapta a las diferentes fachadas.
“Ruinas modernas, una topografía de lucro” es un inventario fotográfico de la construcción especulativa abandonada en España.
El objetivo principal de estas obras de remodelación urbana es el establecimiento de vínculos con su entorno geográfico y el desarrollo y la potenciación de las características espaciales, materiales y de uso existentes (a veces en estado latente) que son propias de cada lugar del espacio público y que lo identifican.
En el marco de una intervención global sobre 950 metros de la calle Santuari, en el barrio del Carmel de Barcelona, con una primera fase de 250 metros ya ejecutada, se se realiza un estudio de afectación de la carga y descarga en la vialidad del primer tramo de la calle.
La casa ha pretendido tener el mismo ambiente que los viejos caseríos de Menorca. Se concibió como un acogedor espacio “excavado”, de naturaleza pétrea. Un lugar protector generado por substracción, cincelado. Su simple, maciza y compacta apariencia exterior esconde, no obstante, un luminoso y complejo interior.